P H O E N I X V O I C E
Encestando sueños
La historia de Ana Lucía Ruiz
22/08/2023
Dentro del ámbito deportivo, hay historias que se destacan por la pasión y el esfuerzo que sus jugadores le ponen. Un claro ejemplo es la historia de Ana Lucía Ruíz, estudiante de quinto curso en Entrevalles, quien ha destacado por sus habilidades en el baloncesto. Como sus compañeras, consideramos fundamental compartir su travesía y relatar cómo su devoción por este deporte ha influido positivamente en su vida personal.
Desde los cinco años, Ana Lucía ya se adentraba en el mundo del baloncesto. Inspirada por su padre, quien también era jugador, encontró su pasión y amor por el juego desde temprana edad. A los diez años, su talento y dedicación la llevaron a formar parte de la Federación Nacional de Baloncesto de Guatemala. Su desempeño y pasión no pasaron desapercibidos. Las convocatorias para competencias nacionales fueron constantes, consolidando su reputación como una jugadora sobresaliente.
A lo largo de sus años escolares, desde tercer grado hasta cuarto de bachillerato, Ana Lucía formó parte del equipo de baloncesto de Entrevalles. Su destreza la llevó a ser promovida de categoría en varias ocasiones. Sin embargo, su recorrido no estuvo exento de desafíos. En 2019, sufrió una lesión en la espalda tras una caída en el colegio debido a un mal movimiento en un ejercicio. Esta lesión la mantuvo alejada de las canchas durante un año completo, ya que los médicos le prohibieron ejercitarse mientras se recuperaba.
A pesar de las dificultades, demostró su resiliencia al enfrentar la adversidad. Gracias a terapias y a su compromiso, logró recuperarse por completo y regresó a las canchas más fortalecida que nunca.
"La lesión no fue un impedimento para
seguir adelante",
afirmó Ana Lucía con determinación.
Su amor por el baloncesto es inquebrantable.
Después de su lesión, retomó el juego de manera constante. Actualmente, pertenece al equipo CrossOver de Guatemala. El baloncesto sigue siendo una parte integral de su día a día, aportándole valores como la perseverancia, el esfuerzo, la dedicación y el trabajo duro. Para ella, el baloncesto no solo representa un deporte, sino también un medio para controlar el estrés y fortalecer su determinación en la superación de obstáculos.
La historia de Ana Lucía es un inspirador recordatorio de cómo la pasión y la constancia pueden superar cualquier dificultad que se nos presente. Sin duda, continuará dejando una marca en las canchas mientras persigue incansablemente su pasión por el baloncesto.
¡Recordemos que rendirse nunca es opción y perseguir nuestros sueños siempre debe ser nuestra meta!
Autora: Mariana López